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24.4.12

††Sueños Rotos …

El paraíso de los sueños abría sus majestuosas puertas a la luna, y esta se adentró lentamente mientras el crepúsculo se escondía tras las montañas y el anochecer se apoderaba del firmamento, cubriéndolo de infinitas estrellas que iban dibujando un haz de luz y convertían aquel lugar en un paisaje mágico.

Los sentimientos permanecían mudos y se expresaban con aquellas notas que suavemente despertaban en aquel violín.
Una pluma y un papel bastaban para escribir y un lienzo para dibujar.

El arte rebosaba en aquel lugar, lleno de vivos colores que formaban el arco iris al encontrarse la luna con su amada oscuridad y reflejarse en sus ojos.

El pincel se lleno de vida ante tanta belleza y con ternura fue acariciando aquel lienzo descifrando las maravillas que contemplaba.

La pluma buscó aquel diario perdido e instantáneamente comenzó a escribir los más bellos versos de todos los tesoros que intensamente brillaban en cada milímetro del paisaje.

Las rosas y los árboles se miraban entre si y sonreían desprendiendo una felicidad adorable, sus hojas frescas y radiantes estaban llenas de vida, y sus silenciosos gestos teñían la tierra desde sus raíces con oro y plata.

El viento vagaba tranquilamente dejando una brisa aterciopelada y desprendiendo la más agradable fragancia.

El río desprendía su frescor y sus aguas fluían alegremente haciendo su recorrido mientras saludaba a la noche.

De repente…
……………………………

Unas nubes grises invadieron el cielo y rompieron a llorar lágrimas de sangre, las estrellas desaparecieron… las rosas se marchitaron… los árboles perdieron sus hojas… las sonrisas se disolvieron… el río de aguas teñidas de rojo lanzaba su furia… la sangre cambió el paisaje que se dibujaba en aquel lienzo… el diario fue llevado por la corriente… el viento arrastraba con sus garras todo lo que se cruzaba en el camino… las notas de aquel violín quedaron en silencio… el arco iris desaparecía… y todo… se convertía en un infierno lleno de dolor y angustia.

La belleza se desgarraba y el paisaje quedaba bañado en sangre e inmerso en tristeza y melancolía.

La frialdad seducía todo aquel paraíso dejándolo congelado.

El silencio seguía sus pasos frenéticamente con rumbo fijo y sin dirección, perdiéndose entre las tinieblas que invadían el anochecer.

…En ese mismo instante ante tanta desolación … donde nada ya se veía y ni rastro de belleza se podía contemplar…


La luna y la oscuridad se miraron fijamente a los ojos y se fundieron en un intenso abrazo, y … al reflejarse la luna en los ojos de la oscuridad surgió… un rayito de luz… el único que ilumina ya aquellos sueños… sueños que al despertar no eran más que sueños rotos.

“Todos los sueños bellos se rompen al despertar, pero dejan en nuestras almas una esencia inolvidable y aunque la oscuridad sea inmensa si un rayo de luz la ilumina, mantendrá nuestras almas con vida”.