En el abismo,
solo queda ese silencio
penetrante de sombríos días,
sumergida en el soplo...
Vacías tus manos,
tomando las sobras
que dejaste abandonadas,
ahora yo soy ese silencio
que no asimila esta oscuridad,
ese suspiro anclado...
Ya la lluvia no humedece mi corazón
desierto de mis razones, de mis latidos…
Tétrica es la sentencia de haberte perdido,
y no encontrar ni fuerza ni razón
que separe este sentimiento…
Soy silencio...
temido e infranqueable hielo,
recorro en un solo eco,
en el que emerges
de mis nostalgias…

